17.5.15

Me duele

El dolor me calla… hace días siento que estoy en silencio. Quizás mi alma grita, grita tan fuerte que mi cuerpo y mi mente le responden con silencio. Silencio que se transforma en sueño,  en ausencia de palabras…
Me duele la cobardía, me duele la violencia, me duele la injusticia, me duele el hambre… ME DUELE QUE UN HOMBRE MATE A UNA MUJER. Me duele la VIOLENCIA DE GÉNERO.

Cada vez que una mujer pide ayuda como consecuencia de la violencia de género o muere por este motivo en nuestro país, es indignante el trato que esa mujer y su familia recibe de una parte de la sociedad. Dentro de esa sociedad incluyo a medios de comunicación, políticos, instituciones, vecinos…
Quiero pensar que ese trato que recibe es debido a la ignorancia. Pero ¿cuánto tiempo más podemos permitir que siga existiendo tanta ignorancia? Es responsabilidad del individuo crecer, avanzar... y no hay crecimiento posible desde la desigualdad. Una desigualdad entre hombres y mujeres que en su punto más alto tiene la Violencia de género “maltrato que sufre una mujer a manos de un hombre únicamente por ser mujer”. Esta definición, deja latente que es una problemática que afecta a hombres y mujeres pero no de la misma manera. Unas podemos ser víctimas, y otros, pueden ser agresores. Y la única vulnerabilidad que existe para poder ser víctima es ser MUJER.

Me duele porque creo en el ser humano, hombres y mujeres no tenemos que ser iguales, adoro las diferencias, pero sí tenemos que ser iguales en derechos y obligaciones. Esto puede cambiar, nosotras y vosotros podemos hacer que cambie, pero como todo cambio, éste comienza con identificar el PROBLEMA. Es una hipocresía pensar que vivimos en una sociedad igualitaria, ACEPTEMOS nuestra realidad, la existencia de esa desigualdad entre hombres y mujeres y a partir de ahí, nada de resignación sino responsabilidad de ambos sexos para producir un cambio. Un cambio que nos permita conseguir la IGUALDAD, algo en lo que muchas mujeres y hombres creemos.

Te propongo que te posiciones y que comiences a introducir cambios a favor de la IGUALDAD entre hombres y mujeres. Os recomiendo un cuento, La niña silencio de Cécile Roumiguière y de Benjamin Lacombe, editorial Edelvives. A veces nos resulta más fácil entender que las/os niñas/os necesitan ayudan, pero no debemos olvidar que los adultos también la necesitamos.


No te rindas, aún estás a tiempo
De alcanzar y comenzar de nuevo,
Aceptar tus sombras,
Enterrar tus miedos,
Liberar el lastre,
Retomar el vuelo.
No te rindas que la vida es eso,
Continuar el viaje,
Perseguir tus sueños,
Destrabar el tiempo,
Correr los escombros,
Y destapar el cielo.
No te rindas, por favor no cedas,
Aunque el frío queme,
Aunque el miedo muerda,
Aunque el sol se esconda,
Y se calle el viento,
Aún hay fuego en tu alma
Aún hay vida en tus sueños.
Porque la vida es tuya y tuyo también el deseo
Porque lo has querido y porque te quiero
Porque existe el vino y el amor, es cierto.
Porque no hay heridas que no cure el tiempo.
Abrir las puertas,
Quitar los cerrojos,
Abandonar las murallas que te protegieron,
Vivir la vida y aceptar el reto,
Recuperar la risa,
Ensayar un canto,
Bajar la guardia y extender las manos
Desplegar las alas
E intentar de nuevo,
Celebrar la vida y retomar los cielos.
No te rindas, por favor no cedas,
Aunque el frío queme,
Aunque el miedo muerda,
Aunque el sol se ponga y se calle el viento,
Aún hay fuego en tu alma,
Aún hay vida en tus sueños
Porque cada día es un comienzo nuevo,
Porque esta es la hora y el mejor momento.
Porque no estás sol@, porque yo te quiero.

Mario Benedetti

No te rindas

3 comentarios:

  1. Comparto totalmente el sentimiento que tienes, y no podría haberlo expresado mejor.
    Gracias por poner tu mirada en esos brutales crímenes que ocurren en nuestra sociedad y no permitir que los acallen.
    Un abrazo

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    Respuestas
    1. Gracias por posicionarte y levantar tu voz.

      Un beso,
      Tania

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  2. Comparto totalmente el sentimiento que tienes, y no podría haberlo expresado mejor.
    Gracias por poner tu mirada en esos brutales crímenes que ocurren en nuestra sociedad y no permitir que los acallen.
    Un abrazo

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