17.5.16


No, no me callo. No, no acato cualquier orden. No, no hago como si nada.
Tengo voz, no todas las reglas hay que cumplirlas (sino no hubiésemos dejado atrás injusticias) y cuando pasa, pasa, por mucho que quiera hacer como que no ha pasado.

Así que, ¿Cómo lo hacemos? Yo te propongo que hables, que no te calles... Aunque, créeme cuando te digo que, sé lo difícil que a veces resulta hablar.
La semana pasada fui al supermercado a devolver un aguacate que me habían vendido en mal estado. Decidí no quedarme en la queja y actuar para expresar aquello que me molestaba. Al volver al supermercado y exponer mi queja me sentí liberada de mi rabia, fuerte.  Al sentirme escuchada y ver como actuaron para tratar de rectificar el error, me sentí satisfecha. Sé que no siempre me voy a encontrar con que la persona a la que expreso mi malestar actué como yo creo que debe de hacerlo. Pero eso yo no lo puedo controlar, lo que yo puedo controlar es ir o no al supermercado a exponer mi queja. Yo controlo lo que depende de mi pero no controlo lo que depende de los demás.

No hablo de expresar ofendiendo, ni de forma agresiva pero tampoco nos ofendamos a nosotr@s mism@s. Tu eres tu responsabilidad, de nadie más. Y tod@s somos uno, nadie viene unido a nadie y en ese caso, se les separa... Si tod@s somos uno ¿Por qué yo actuó como si mi opinión, necesidades, derechos, deseos… fuesen menos importantes que los de l@ demás? Quizás porqué tendemos a compararnos y a que nuestra voz o nuestro comportamiento dependa de otra persona ( si él/ella no se queja ¿porque lo voy a hacer yo?, si a ella no le importa ¿porque me tiene q importar a mi?) o porqué pensamos que si molestamos a alguien nos dejará de querer, de valorar… Sin embargo, yo cada vez tengo más claro que si tú no te valoras no lo hará nadie. Es decir, si yo no me cuido nadie me cuidará, no por nada, sino porqué eso es responsabilidad de cada un@ de nosotr@s.






Escúchate y actúa…


No hay comentarios:

Publicar un comentario