Hace
algo más de un año tuve que hacer un parón en mi vida… mi cuerpo y mi mente me
lo pidieron tan abiertamente que me fue imposible negarme.
Desde
entonces, y con mucho esfuerzo, he tratado de cuidar mi cuerpo y mi mente como
el mayor de los tesoros. Entendiendo que la salud se puede perder, y que es
importantísimo cuidarla día a día para que no te falle…
Me
he dado cuenta, que parte de mi recuperación ha consistido en encender estrellas:
poner en marcha proyectos, nuevas ilusiones, nuevos objetivos… en los que trato
de trabajar a diario.
Septiembre
me parece el mes ideal para recordar que encender estrellas nos aporta luz, pero
es fundamental averiguar qué luz es la que mejor nos alumbra.
No
sirve cualquier estrella, así que no te conformes… decide conscientemente en
que proyectos quieres emplear tus energías durante este nuevo curso… tómate tu
tiempo y decide… es tu salud.
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