Mi
premio en los días largos, pesados, aburridos… es el Mar. En mi presente, el
mar actúa como bálsamo para mi cuerpo y mi mente.
Pienso
que es importante que cada persona conozca cual es su llave. Qué cosa le calma,
le alivia, le abre de nuevo la puerta al equilibrio, a la alegría, a la
ilusión. Si sé cual es la llave puedo abrir la puerta rápidamente, al menor
signo.
El
problema está en que muchas veces vamos tan deprisa, mirando hacia afuera y no
conocemos cual es nuestra llave. No sabemos que nos aporta bienestar. De esta
manera, cedemos el control de nuestra salud emocional a las cosas externas, las
que no podemos controlar.
PARA SER CAPAZ DE VER,
HAY QUE SABER DONDE MIRAR (DENTRO DE UNA/O) Y DEDICAR TIEMPO SUFICIENTE.
Las
personas cambiamos y de la misma manera cambian nuestras “llaves”. En este
momento, mi llave es el mar.
Contemplar su inmensidad, contemplar su colorido, su olor a sal, el sonido de
sus olas…
Soy
afortunada, desde mi ventana veo el mar y a diario tengo la posibilidad de tener a mano mi
llave. YO DECIDO COGERLA, DECIDO DEDICAR TIEMPO PARA CONTEMPLAR EL MAR…
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