Estar no siempre es
suficiente. La manera es determinante. Me asombra, me asusta, me inquieta, la
incapacidad del ser humano para vivir plenamente. Entiendo que la vida
transforma nuestra mirada inicial de asombro y curiosidad pero no entiendo
nuestra resignación, nuestra falta de valor para vivir plenamente.
Quiero continuar/ empezar
a decidir conscientemente que deseo y que no deseo. Cuando me vaya a dormir
dedicaré unos minutos a reflexionar sobre las cosas hechas a lo largo del día
para ser consciente de las que deseaba y las que no deseaba. Y no voy a
conformarme, voy a responsabilizarme de mis elecciones, de mis acciones. Ya no
me amparo en las circunstancias, acepto que son las adecuadas, las mejores...
tengo confianza en que son como deben ser. Ahora voy a centrarme en mis acciones.
Y tu, ¿Qué vas a hacer?
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